En los actos que organiza la Asociación pro-tradiciones
malagueñas ‘’La Coracha’’ suelen terminar sus actos con este ‘’grito de
guerra’’ : “Primero Málaga, después Málaga y si sobra algo, para Málaga”.
Al parecer ha calado hondo en los aficionados al fútbol de
la ciudad, tanto que incluso parece haber modificado el viejo aforismo latino
de Juvenal ‘’Panem e circenses’’ que ya no se traduce como ‘’Pan y circo’’ ,
sino como ‘’Primero circo, después circo y si sobra algo para el circo’’.
El pan que lo
ponga Cáritas.
Los clubes de fútbol nacieron como cualquier otro, como el
de petanca o el de billar, o la peña ‘’El Sombrero’’ o incluso, como no, como
cualquier cofradía:
Un grupo de personas con una afición común que se unen para
poner en práctica dicha afición.
Se pagaba una cuota y cuantos más socios y más alta la
cuota, más actividades a organizar.
Pero el ser humano es insaciable y quiere más. Quiere que su
equipo gane más partidos y esté en divisiones superiores.
Y si no hay dinero, se pide prestado. Y se crea una burbuja, una burbuja
futbolística. Por que todos los demás equipos hacen lo mismo.
Como el ingreso por socios en inferior , se deja de pagar .
Primero se dejan de pagar los seguros sociales, los proveedores, los sueldos de
los trabajadores, los impuestos…
Entonces surge la inquietud entre los poderes públicos y
entre perdones de deudas, y subvenciones, se ayuda . Naturalmente con dinero
público, con el de nuestros impuestos y tasas. Faltaría más, disparar con
pólvora ajena es lo más fácil del mundo mundial.
Pero llega un momento en que eso ya no vale, porque se les
ve mucho el plumero y porque la codicia del dirigente deportivo nunca parece
saciarse.
Algo habrá que hacer.: Fácil, convertimos los clubs en SAD y
con las nuevas tecnologías aprovechamos nuevas posibilidades de ingresos. Las
teles.
Entonces, como con los ingresos de las teles vamos a poder
fichar más y mejores jugadores y
pagarles más, los socios se
convierten en accionistas y los que no en simples ‘’abonados’’.
Está tan claro clarísimo que vamos a pedir dinero prestado ,
mucho más, porque tenemos una
garantía mucho mejor que la hipotecaria: Los ingresos que vamos a tener, en un
futuro, por las teles.
O mejor, firmamos contratos con las teles y que nos den la
pasta ya. La de 10 años o 20, del tirón.
Y nos la pulimos en dos días.
Pero las cosas no salen como estaba previsto y los ingresos
no se corresponden con los gastos. Llega el déficit, si es que alguna vez se
fue.
Volvemos a recurrir a papá Estado, papá Junta, papá Ayuntamiento.
De momento no pagamos impuestos ni seguros sociales.
‘’Oiga usted que no somos una tienda de barrio, que es que
llevamos EL NOMBRE DE LA CIUDAD’’…
-Bueno, bueno, en ese caso caballero, haremos una excepción…
Lo malo es que el caballero ya no es el antiguo ‘’socio’’ de
cuota, es el grupo inversor, es el jeque de turno, es………. ( rellene el lector
los puntos suspensivos ).
En definitiva, el deudor es una EMPRESA PRIVADA, con más o
menos accionistas.
Claro que la otra burbuja, la del ladrillo, hace tiempo que
estalló y no está el horno para bollos, así que tendremos que inventar algo
nuevo para que no se nos desmorone el chiringuito. Para que ‘’si sobra algo’’
sea también para el circo.
Y en esas estamos, echándole la culpa a un tal Platiní, a la
UEFA; al Ayuntamiento que no quiere venderme el estadio por un ‘’puñao de
higos’’ para que yo pueda hipotecarlo… A la Junta que tiene la desfachatez de
pedirme que cumpla las leyes españolas….
¡Ah .si no! ¿ Esa tenemos?. Pues si no hay negocio
desmantelo en chiringuito.
¡Pues claro ilusos! ¡Los magos de Oriente no existen!
Adiós Pellegrini, Isco, Joaquin, Iturra, Toulalan…
¡Dios está con nosotros! ( Y falta que no va a hacer) y la
UEFA es el mismísimo diablo.
¡Primero el negocio, después el negocio, y si sobra algo
para el negocio!
¿ Pero que os habíais pensado?.
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