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Aunque nos conocimos en la Juventudes, no te voy a recordar como político, que para eso está, estuvo, nuestro amigo Eduardo del Rosal o nuestro Antonio Romero.
En la mesa de mi despacho hay un pin de Lenin. Que saldrá de allí cuando a mi
me lleven con los pies por delante en la caja de pino, pero nunca antes.
Es un pin muy especial, muy soviético, no debería llamarse
pin en puridad. No es un alfiler , lo que lo une a la solapa , es un tornillo
rosca chapa con una tuerca redonda , made in CCCP. Muy soviético repito.
A veces lo tomo entre los dedos, en los tiempos muertos, y
doy vueltecillas a la tuerca.
Es un pin sagrado. Me lo regaló Reme , junto a un soldadito
de plomo del Duque de Wellington. Manolo era así, admiraba a Lenin, a Wellington y a los emperadores romanos.
Reme es la viuda de Manolo Ruiz Blanco y días después de su muerte me trajo estos recuerdos para que yo los tuviera. Y un puro que tenía preparado por si el Málaga se clasificaba para la Champions.
Reme es la viuda de Manolo Ruiz Blanco y días después de su muerte me trajo estos recuerdos para que yo los tuviera. Y un puro que tenía preparado por si el Málaga se clasificaba para la Champions.
Hoy, 13 de Noviembre, se cumple un año de aquella mañana de
domingo en que Reme me llamó: ‘’Manolo está muy malito, vente para el hospital,
te llamo a ti porque eres como su hermano’’.
Llame a Juanjo, nuestro presidente, porque yo me aturdo mucho
y necesitaba alguien sensato a mi vera.
Allí estuvimos muchas horas hasta que el cirujano salío...
Cada vueltecilla de la ruedecilla del pin es un recuerdo, una sonrisa y a
veces una lágrima.
Aunque nos conocimos en la Juventudes, no te voy a recordar como político, que para eso está, estuvo, nuestro amigo Eduardo del Rosal o nuestro Antonio Romero.
Aunque afianzamos nuestra amistad en la Facultad, no te voy
a recordar como médico, que para eso está, estuvo, Juanjo.
Aunque hemos pasado muchos momentos en familia no te voy a
recordar como padre de familia, que para eso está, estuvo y estará Reme.
Ni voy rememorar tus facetas de pequeño hombre del renacimiento, aunque acabo de releer ''Batiendonos en retirada''.
Ni voy rememorar tus facetas de pequeño hombre del renacimiento, aunque acabo de releer ''Batiendonos en retirada''.
Tu, donde estés, y yo y el Chencho, nos vamos a hinchar de
reir hoy:
Como hacíamos cuando íbamos a ver a Faemino y Cansado, o
cuando te vestiste de momia en Egipto, o como cuando cargaste el maletero con
‘’muchos rollos de papel higienico’’
y no ‘’ocho’’ rollos como te dije. O el fin de año que nos vestimos de
Drag Queens, o como cuando el Chencho nos contaba una y otra vez lo de la
pancarta de ‘’hule’’. O cuando jugábamos al futbito por Paulosky. O cuando cantabamos por el ‘Yuyu’ ‘’No ,no que va , me dijo el chaval, se llama Pura ¡ y querrás creer que el
hijo de puta me puso en duda!’’. O del chiste de la carnemembrillo.
Hoy nos vamos a acordar de San Lucas es cojonudo, de ‘’cinco
lobitos tuvo la loba’’, de
Escolar, el enfermo y ‘’El moro’’.
De cuando hacíamos mimo de adivinanza de los tronos de la Semana Santa ''¿ quien es éste, quien es este? ''.
Y de cuando en el fútbol nos mirábamos y nos reíamos sin necesidad de palabras porque
sabíamos que pensábamos la misma chorrada. Y de nuestra forma de ''reclamar'' los fueras de juego.
Hoy Manolo, voy hincharme de llorar de la risa cabrón.
¡Que mariquita eres! ¿ por que te fuiste tan pronto?. No me ha dado tiempo a contarte el chiste de los leggins...
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