Leía hace poco, naturalmente en internet ese lugar maldito donde sólo puede
uno leer chorradas y equívocos, un
artículo titulado La Teoría de la relatividad en siete preguntas y
respuestas. Y es que, a pesar de los que
“putean” al Albert Rivera, se puede intentar entender a Kant sin leer a Kant y
entender a Einstein sin leer a Einstein. O la Biblia sin leer la Biblia. Se
trata de reconocer uno humildemente sus limitaciones y buscar fuentes de naturaleza divulgativa que te expliquen y
te “desmenucen” el tema del que quieres saber algo por cultura general, no para
hacer una tesis doctoral.
Esto lo aprendí en el colegio cuando, en una agenda saturada de deberes y exámenes,
al profesor de literatura de turno le daba por exigirte que te leyeras las “Novelas
ejemplares” de Cervantes. Con quince
años, las hormonas ebullendo en tu sangre y tus neuronas, y una niña guapa esperándote en la puerta del
colegio. O una Victoria de tres cuartos en “La Buena sombra”. ¡Te quiere í peregí ¡.
Pues descubrimos en la biblioteca de la Diputación una
enciclopedia de muchos libracos gordos donde venían resumidas todas las grandes
obras de la literatura española. Te leías un resumen de estos y hacías el
trabajo sobre el libro que te habían mandado. Lo que viene siendo un copia y
pega pero con Bic naranja que escribe fino o Bic cristal que escribe normal.
Hoy día están San Google y Santa Wikipedia, patrones de los
maestros liendres, que es como llamamos a la gente que quiere saber un poco de
muchas cosas más que mucho de un tema en concreto si queremos despreciarlos. Porque si queremos halagarlos, les llamamos “hombres del Renacimiento”.
En fin, vayamos al grano, decía Einstein que espacio y el tiempo dejan de
ser absolutos y dependen de la velocidad a la que nos movamos.
Cosa que más o menos entiendo , pero que los que lo han
entendido bien son toda esa legión de “intelectuales” especialistas en
marketing al servicio de los poderosos trust, grandes corporaciones, banqueros
y políticos de paja. Tan bien que son capaces de manipular el tiempo, el
espacio y la velocidad al antojo de sus
intereses comerciales.
Estamos asistiendo a ello y la mayoría sin percibirlo.
Centrémonos en la Navidad. Para ello sólo tengo que tirar de
memoria, lo cual significa que voy siendo viejo, pero no tanto como para que se
me olvide que cuando yo era pequeño, las navidades comenzaban el día del sorteo
de la lotería. 22 de Diciembre, dos días antes de la nochebuena. España era un país
emergente pero aún pobre por las consecuencias de la posguerra y el Noplan
Marshall. Los españoles podían consumir poco, la renta per cápita era
pequeña y los sueldos escasos.
Las luces que iluminaban las calles eran pocas y espacialmente reducidas y la tómbola en la
Plaza de José Antonio el lugar donde, además de en las administraciones de
loterías de las viudas de guerra franquistas, se pagaba el impuesto sobre la
ilusión. Y la ONCE , con su cupón de tres números donde se lavaban conciencias ayudando a los
pobres ciegos como excusa para jugar a algo en un país donde hasta el bingo era
ilegal.
Pero ocurrió que gracias a Eisenhower ( a cambio de bases,
claro) a Alemania ( a cambio de mano de obra barata, emigrantes, cantados por
Juanito Valderrama con maleta de cartón) y a Suecia y sus chicas ricas en bikini nos convertimos en un país emergente.
Y gracias también a nuestros empresarios honrados y
emprendedores y trabajadores inquietos que se preocupaban de progresar dentro de la legalidad y la ética,los países emergentes
empiezan a ser interesantes para los manipuladores de capitales, ingenieros
financieros al servicio de usureros codiciosos ávidos de aprovecharse sin
esfuerzo de los anteriores. Ponen su inteligencia al servicio del mejor postor,
que evidentemente no es ni el trabajador ni el empresario-emprendedor que
necesita préstamos para poner en marcha o mantener su negocio.
Y manipulan el mundo de tal modo que reducen la economía a
un concepto: el consumo.
Y aquí es donde entra la teoría de la Relatividad:
Manipulan el tiempo: Cuando llegan las "navidades” cada
vez lo hacen antes por aquello de estimular el consumo.
Decíamos antes que en mi infancia empezaban el día de la
Lotería. Pero no les pareció suficiente
el intervalo temporal y hace ya años se hablaba de que la Inmaculada era el punto de partida. Hasta los cofrades,
católicos apostólicos y romanos, inauguramos los belenes el día de la
Inmaculada. 8 de diciembre. Hasta el 8 de
Enero , que empezaban las rebajas, un mes.
Pero llegó la crisis, que sufrimos las clases trabajadoras,
o sea, la media y la baja , más que nadie.
Pero los codiciosos no se conforman con que sus beneficios
disminuyan aunque no les falte ni el yate ni el forfait en la estación de
esquí. Los codiciosos quieren más. Les va en los genes.
Inventaron aquello de adelantar las rebajas, pero no les
salió demasiado bien.“Daremos otra vuelta de tuerca”, pensaron sus ejecutivos.
Ya que no les llegó el Plan Marshall, que les llegue el plan Black Friday.
Primero mandaron una avanzadilla en forma de Halloween, que
triunfó, hizo prisioneros a un gran número de consumidores, pero a pequeña
escala, a modo de maniobra de calentamiento.
Cuando vieron que a los españoles su cultura les importaba
un bledo y que aceptaban con naturalidad la invasión sin oponer resistencia, ordenaron el desembarco. El Black
Friday se impuso sin ninguna oposición. Incluso los colaboracionistas se lo
facilitaron haciendo coincidir el día D
con el encendido de las luces navideñas, que ya desde hace tiempo se hacen a
final de Noviembre. Un mes antes de la Navidad.
Pero también hay que manipular el espacio. Volvemos a la memoria de mi infancia:
recuerdo que las luces que iluminaban algunas calles representaban la navidad , o sea , la venida del Mesías,
las bombillas formaban portales de Belén, ángeles anunciadores de la buena
nueva, las luces conscientemente o no, eran de los colores de la corona de
adviento. En la cabalgata de reyes , algunas carrozas representaban momentos
bíblicos , como la aparición del ángel a los pastores o la propia Natividad en
forma de portal de belén viviente.
Pero a los codiciosos no les interesa un dios que condena la
codicia, la avaricia, la lujuria, la gula , la vanidad o la soberbia. Eso se
enfrenta directamente al concepto de consumo como motor del mundo. Se enfrenta
a su dios.
“Manipulemos el espacio”
se dijeron. Logremos que sus símbolos, los que predican la austeridad, la
modestia, la solidaridad, la caridad, la vida sencilla, la familia o la amistad
. el verdadero origen de la fiesta, desaparezcan poco a poco.
Así los ángeles se convirtieron en estrellas y lunas, los
Nacimientos quieren ser recluidos en las Iglesias y las casas, o mejor
sustituidos por el árbol, que es más
laico y “ofende” menos. Y las cabalgatas
podrían servir perfectamente para Carnaval o para la Expo del 92.
Pronto propondrán que las navidades se llamen “ Fiesta del
solsticio de invierno” .
¿ Comoooooooooo? ¿ Que ya lo han propuestooooooooo? ¿Y no
precisamente los que se suponen amigos de los ricos, si no los que se suponen amigos de los pobres? ¿ Que
me dices, que les están haciendo el juego a los capitalistas adoradores del
consumo?
Y el tercer factor implicado en la Teoría de la Relatividad
es la velocidad.
Interesa que todo ocurra muy rápido, que no dé tiempo a la
gente a pensar, a escribir o leer cosas como la que estás leyendo ahora.
No interesa el slow food , interesa el atiborrase . No interesa el tomarse una
copa con un amigo, interesa que la copa sea un gin tonic de ginebra botánica de
60 pavos la botella con tónica de 6 pavos el botellín y rapidita que tenemos
que ir a otro sitio que ponen uno de fresa.
No interesa que como antaño, la gente se reúna en las casas con aceite, harina, miel y ajonjolí para hacer
los borrachuelos y permanecer juntos durante horas comentando delante de una
copita de anís. Por cierto, las copas, como las botellas de Coca Cola, cada vez
son más grandes.
No interesa el lomo en manteca que hacía la abuela, interesa
el jamón de bellotas 200 jotas.
Pero es más, es que ya no interesa ni que te entretengas en
cortar el jamón. Lo compras, le pagas a un tipo y te lo corta por 35 euros más
iVA y te lo envasa al vacío. Tú, en nochebuena ya tienes que estar pensando en
que vas a comprar en las rebajas de Enero.
Y como esto es muy largo y mis prismas suelen ser más
cortos, lo vamos a dejar aquí. Que cada cual saque sus conclusiones, que ya me
imagino las que van a sacar alguno de los pocos que me leéis, como si os
hubiera parido.
Así que si habéis llegado hasta aquí, que sepáis que yo no
soy de esos que están superocupados con todos los días pillados en éstas
fechas. Que tengo tiempo de sobra para quedar con los amigos a tomar un vinillo
y que si es necesario y la conversación lo merece, me quedo hasta el amanecer.
Tengo el gusto de participarte mi más absoluta conformidad con los pensamientos y razones aducidas por ti. Satisface ver que no está uno solo, aun cuando nunca seremos legión.
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