Cuando yo era chico se contaba un chiste:Uno que le da a un mendigo una peseta y le dice "toma, pero no te la gastes en vino" y contesta el indigente "no, voy a dar la entrada para un piso".
Esto viene a colación con el botellón ( de feria o de todo el año).
En efecto, en los últimos tiempos de la lucha por la democracia nos manifestábamos al grito de
"¡Pan , trabajo y libertad! "
De aquellos tres deseos, la democracia sólo concedió uno y medio a los jóvenes españoles de ésta generación.
Libertad, toda la del mundo, tanta que ni los padres consiguen recortarla un poco en aras de una educación y un civismo que se le presupone a una sociedad democrática donde cabemos todos siempre que no invadamos las parcelas de libertad de los demás.
Pan , pues más o menos , aunque sea con la pensión de la abuela, a estos ninis involuntarios ( casi 50% de paro juvenil) o voluntarios ( siempre hubo lumpen) no les falta un plato para comer ni una botella de Cartojal o ginebra del chino para emborracharse.
Pero trabajo....lo dicho paro juvenil, precariedad, sueldos que no dan para mantener una familia...
El cóctel está servido. Se llama botellón.
Porque si estas multitudes que mean las calles y liban vino dulce industrial tuvieran un trabajo digno, probablemente estarían ahorrando para comprar o alquilar un piso , crear una familia, independizarse y mirar al futuro con ilusión...Y de ese modo pues a lo mejor bajaban a la feria uno o dos "diítas" comían en una caseta, bailaban, se divertían y se marchaban a casa a ver si, el próximo año podía ser por fín el de la emancipación.
Y no salir de ella con los 10 Euros del exiguo sueldo del padre que trabaja 12 horas en un bar por 800 € y un "No te lo gastes en alcohol".
LASA LASAETA
Comentarios
Publicar un comentario