Tengo 53 años. Mis recuerdos borrosos tienen unos 47 y mis recuerdos nítidos unos cuantos menos. Mi memoria selectiva debe tener archivados muchos, bajo candado. Pero de vez en cuando se le escapa alguno. Entre mis recuerdos borrosos están unas bancas de madera de un colegio húmedo en las que habitaban ‘’chinches’’, que producían ‘’ronchas’’,habones como monedas de a ‘’dos reales’’. Los palmetazos de la señorita Juanita, la coja, a la que temíamos como una vara verde. Después de la guerra te daban el título de maestra con tener el bachiller. Y por supuesto adhesión inquebrantable al Glorioso Alzamiento. Los sabañones de los dedos. En un piso había para el alquiler pero no para calefacción y tampoco se podían hacer braseros de cisco, como en el corralón. El ‘’colorín’’ , que luego supe sarampión. Recuerdo ir a la droguería de ‘’Dora’’ a comprar colonia a granel. Tu llevabas el frasquito y ella te dispensa...