LA
FERIA NO ES PARA TODOS
Hace
unos meses ya , llegaron a mi mail unas supuestas declaraciones del laborista
primer ministro Australiano Kevin Rudd , que decían lo siguiente: “Son los inmigrantes, no los australianos,
los que deben adaptarse. O lo toman o lo dejan. Estoy harto de que esta nación
tenga que preocuparse de si estamos ofendiendo a otras culturas o a otros
individuos”*
Este 18 de Agosto, último día de feria y primero de la liga
de fútbol, punto de inflexión entre el exceso y la rutina, me hago esta
reflexión:
En pleno siglo XXI estamos obligados a mirar el futuro,
acoger novedades, apoyar creatividades e iniciativas . La sociedad tiene que
avanzar y los seres humanos desarrollar
sus competencias.
La juventud tiene que tomar el mando, las riendas de la
sociedad. Naturalmente que sí.
Pero esto hay que cimentarlo sobre los pilares que
estratificadamente han ido construyendo las generaciones anteriores. Si no hay
un respeto hacia lo que hicieron nuestros antepasados y pensamos que todo lo
nuevo es mejor y tiene derecho a ocultar lo antiguo sobre capas de modernidad,
estaremos creando una sociedad con los pies de barro. Y hueca.
Y unos de los nexos fundamentales entre generaciones son, o deberían ser, LAS TRADICIONES.
Las tradiciones pueden ser de ámbito familiar, local ,
nacional o internacional. Las más cercanas evidentemente son las familiares,
como reunirse en torno a la abuela el día de su santo.
Y luego están las tradiciones locales , que en nuestra
ciudad son muy claras: La Semana Santa,
de origen religioso y la Feria, de origen civil. Hay más, pero estas dos son
las más importantes.
La Feria, esta que acabamos hoy es un ejemplo, a diferencia de lo que viene sucediendo en otras fiestas grandes de otras
ciudades, entre ellas Sevilla o a diferencia de nuestra propia Semana Santa,
no encuentra su lugar.
El motivo: Si en Semana Santa los protagonistas son las
cofradías, que mantienen viva la llama de la tradición desde hace mas de 500 años, en el caso de la
feria son los políticos los que tienen la manija. Y si el cofrade trata de ‘’agradar’’
a los cofrades importándole bastante poco lo que opinen los no cofrades, los
políticos en Feria intentan agradar a todos, sean feriantes o no. Ellos sólo
entienden de votantes.
Y en este ‘’agradar a todos’’ introducen durante la feria elementos que no tienen nada
de feria.
La feria tradicionalmente han sido Toros, carricoches y
casetas. Al que le han gustado uno o
varios de estos elementos , ha disfrutado de la feria, y el que no, pues mire
usted, ‘’ no me gusta la feria, me voy a mi casita del Rincón a la playita’’ o
a casa de los abuelos, al pueblo.
Igual que en Semana
Santa. No es un drama, es incluso menos drama que emigrar como diría D. Jorge
el gobernador.
A mí no me gusta Rock
in Rio, y no voy a Rock in Rio, ni a un ‘’espectáculo’’
de David Ghetta o de Paquirrín. Mire usted, no.
Pues lo mismo, si a usted no le gusta la feria, no venga
hombre y si viene adáptese, trate de ser respetuoso con sus orígenes.
Y ustedes señores políticos, intenten inculcar ese espíritu
a los jóvenes y déjense de carpas con pinchadiscos en la puerta de una iglesia.
Y sobre todo, dejen montar la feria a los que saben, a los feriantes , a las
peñas, a los hosteleros . Apoyen pero no piensen, porque cada vez que piensan y
experimentan, echan ustedes una capa de hormigón armado sobre los restos
arqueológicos de la feria de nuestros mayores.
Si quieren feria adaptense a ella, que ya estamos hartos de adaptar la feria a todos los gustos.
Si quieren feria adaptense a ella, que ya estamos hartos de adaptar la feria a todos los gustos.
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