No, no voy a referirme a la crisis. Lo cierto es que una ''invasión silenciosa'' se está apoderando del poco suelo público que queda en Málaga: las calzadas. Por nuestro bien, siempre por nuestro bien, faltaría más, se ha impuesto un modelos de aparcamientos ''de pago'' , costoso y gravoso para el contribuyente que además de pagar el impuesto de circulación, debe pagar por estacionar su coche en la via pública. Primero fue la ''zona azul''. Luego se edificaron "aparcamientos rotatorios'' escandalosamente caros. Después vino la zona verde para residentes. La justa, pero quizás excesiva , reserva de plazas para impedidos. Hasta aquí, tragamos. Pero paralelamente a esa limitación cada vez mayor de aparcamientos, se produce el fenómeno de la ''reserva''. Reservado para carga y descarga, normal. reservado para bajada de viajeros de hoteles, normal. Y luego está la gran reserva diseminada por todo el casco ...