No había podido sacarse el carné del Málaga ni el abono de los toros. La marca de su móvil ya no empezaba por ’i’. Tuvo que darse de baja del Plus y de Adeslas. Y justo ahora empezaba con esos dolores al orinar. Lo que más le fastidiaba era tener que ir al Centro de salud y compartir espera con los moros, sudacas y rumanos ’que vienen aquí a abusar de la seguridad social’. Pero no, se encontró allí con un aparejador vecino de adosado , la profe de de su hija y un bombero. El médico fue claro: -Sólo hay un especialista que trate lo suyo y es privado. -Pero doctor, desde que cerré la inmobiliaria no tengo ni un duro. -No se preocupe, el atiende a algunas personas sin cobrarles. Lo llamaré. -Gracias. ¿ Como se llama?. -Munir Abdellah. Es marroquí.