Algunos afirman categóricamente ( pontifican, como diría una buena amiga mía) que en las redes sociales los amigos deberían como mínimo entrecomillarse “amigos”, cuando no cambiar el nombre a otros menos cualificados como “contactos”. Y sin dejar de reconocer que eso puede ser verdad en algunos casos ( evidentemente yo no soy amigo de “Ferretería el Clavo “ ) lo cierto es que a pesar de ese tajante desprecio hay relaciones que surgen, se afianzan o se retoman gracias a las redes sociales . Y como a toda acción corresponde una reacción también puede surgir la enemistad, el enfrentamiento, la separación. Como una vez comenté en un post “ Hay tipos que conocieron a su mujer en una discoteca y sin embargo denostan a las parejas que se han conocido en las redes”. Pongámonos la mano en el pecho y analicemos el devenir histórico de nuestras relaciones con los demás. La primera evidentemente es con nuestros padres. Qu...