EL ROMERO No envidia al azahar Ni al humo del incienso Ni al clavel de la jarra En la piña dispuesto. No envidia a la ‘’maría’’ Ni a su pabilo ardiente Ni al rostrillo de encaje Ni al oro refulgente. No lo van a llevar En trono sino dentro De una cerrada caja Esperando su momento Y cuando llega ese día De hacerse penitente Es alfombra malagueña Que bendice a su gente Porque en él ha pisado La que por siempre Da a sus hijos la certeza De que el mañana Será mejor que el presente. LASA